Gn 26:34-35 - "Las consecuencias de vivir sin Cristo." - Serie Génesis No. 57

Génesis  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented   •  44:53
0 ratings
· 3,197 views
Files
Notes
Transcript

INTRODUCCIÓN

¿Qué dicen las obras sobre nuestra fe? Dicen mucho más de lo que a veces expresamos con nuestra boca. Hay consecuencias si no tenemos en cuenta los planes de Dios para nosotros. Hay consecuencias por supuesto si no reconocemos al Señor en nuestras vidas.
En la porción de hoy de la Escritura, veremos dos versículos en Génesis en la parte final del capítulo que nos corresponde, que nos mostrarán un poquito de esas consecuencias, al olvidarse de las promesas del Señor y de la herencia espiritual.
El Señor es maravilloso, no vale la pena vivir lejos de Él. NO vale la pena tomar decisiones respecto a nuestras vidas, matrimonios y todo lo que hagamos lejos de Él.
El mensaje de hoy titula: Las consecuencias de vivir sin Cristo y está basado en Génesis 26.34-35. Y nos muestra la historia de Esaú y las decisiones que tomó. Recordamos que Esaú es hijo mayor de Isaac y Rebeca pero debe tomar decisiones importantes.

EXÉGESIS Gn 26.34-35

Génesis 26:34 RVR60
34 Y cuando Esaú era de cuarenta años, tomó por mujer a Judit hija de Beeri heteo, y a Basemat hija de Elón heteo;
Este versículo dice mucho más de Esaú de lo que se podría hacer con un relato largo. Las obras de las personas dicen mucho acerca de su fe, de sus deseos y de a “quién sirven”.
Esaú ya tiene cuarenta años. Está en buena edad para formar una familia. Debemos entender todo esto en su contexto. El tipo de gobierno familiar es patriarcal. Esto es sumamente importante. Isaac heredó de su padre toda la autoridad, responsabilidad y bendiciones que traía la promesa por la cuál vivían y en la cuál creían con todo su corazón.
La situación de Abraham fue muy intensa y de muchas pruebas. Recordemos un poco. Fue llamado a dejar su tierra e ir hacia un lugar que él no conocía tan solo por fe. Abraham tuvo que habitar como extranjero en la tierra donde iba, creyendo que el Señor algún día iba a entregarle toda la tierra que veía por heredad. Recibió promesas de que tendría una descendencia cuando ya él era un hombre anciano. Luego Dios le pide que entregue a su hijo en sacrificio y ofrenda para demostrar su amor al Señor. Abraham había vivido muchas pruebas sumamente difíciles. Su hijo ya habría crecido y su esposa murió y no tenía donde enterrar a su esposa porque la tierra aún no era suya. Pero todo lo que Abraham hacía lo hacía por fe, sabiendo que Dios algún momento iba a cumplir con todas las promesas que fueron dadas a Abraham y a su descendencia.
Abraham había vivido desde sus 75 años para el Señor. Entre sus errores, sus debilidades y pecados, él había creido en el Señor y toda su vida jiraba respecto a su fe en ÉL. Entonces lo que ha recibido Isaac como herencia es increíblemente hermoso pero a la vez grandemente desafiante. La continuidad de la fe, de transferencia de la fe de un miembro a otro era por el trabajo y esfuerzo del padre y la madre a los hijos. Eso hizo Abraham y Sara, y es lo que quiere hacer ahora Isaac a sus hijos, así como es lo que deberíamos hacer nosotros a los nuestros.
¿Pero cómo transfieres la fe a alguien que por cuenta propia ha decidido tener sus pies lejos del Señor?
¿Cómo transfieres lo más precioso de la familia y el motivo de vida de Abraham e Isaac a uno de tus hijos que no quiere vivir de la misma manera? Esto está pasando con Esaú, el hijo de Isaac. No recibe la promesa o la fe heredada de Abraham. Ya lo había demostrado anteriormente y ahora tenemos la confirmación. Esto es terrible y es tan fuerte que desencaja totalmente con la vida de Abraham, Sara, Isaac y Rebeca.
Isaac había aprendido sobre la fe cuando era muy joven y cuando su padre lo llevaba para ser ofrenda al Señor y vio la gracia del Señor obrando en esa situación y proveyendo un cordero sustitorio. Isaac había aprendido sobre la fe familiar muy temprano y también quería que sus hijos lo hagan.
Entonces la decisión de formar una familia para los hijos de Isaac por todo este contexto era de mucha responsabilidad. Era de tan grande responsabilidad por la herencia espiritual que Abraham había enviado a su siervo para buscar una esposa para Isaac, de tal manera, que Isaac no se aleje de las promesas espirituales sino que sea un hombre de fe, de fe en el Dios de sus padres.
Esto es lo que había dicho Abraham al siervo:
Génesis 24:3 RVR60
3 y te juramentaré por Jehová, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, entre los cuales yo habito;
Abraham había enviado a su siervo a buscar esposa para su hijo Isaac. Para Abraham era tan importante la herencia espiritual que consideraba que esta promesa debía ser recibida por su hijo pero también por una mujer que no tenga un corazón rendido a la idolatría o a otros dioses. La fe era importante para Abraham y la mujer que iba a casarse con su hijo no podía adorar a otros dioses como lo hacían los cananeos.
Isaac se casó con una mujer que pertenecía a la familia de Abraham y no con una cananea. Por otro lado, ver el matrimonio de Isaac, aún con dificultades es muy agradable para nosotros. Isaac sí ha comprendido bien los planes de Dios para el matrimonio. Es un patriarca que tiene en alto lo que es la monogamia. Isaac y Rebeca tienen una historia muy hermosa juntos, marcados por las situaciones de los hijos, pero es una historia en la que terminan juntos. Entonces tenemos dos principios importantes para esta familia que tiene que ver con recibir la herencia espiritual y que esta descanse en buenas manos por la aceptación de las bendiciones que implica esta promesa.
Isaac y Rebeca esperan que sus hijos puedan tener esposas que sirvan a Jehová y que estén dispuestas a guardar la fe familiar.
Isaac y Rebeca esperan que su hijos repitan la experiencia que ellos han tenido de la monogamia y fidelidad.
Por tanto ahora podemos comprender mejor lo que está pasando con Esaú en el versículo que estamos estudiando:
Génesis 26:34 RVR60
34 Y cuando Esaú era de cuarenta años, tomó por mujer a Judit hija de Beeri heteo, y a Basemat hija de Elón heteo;
Esaú toma por mujer a una señorita que no compartía la misma fe ni esperaba las mismas promesas que el pueblo que Dios estaba empezando con Abraham. Esaú tiene prioridades distintas y no es una de ellas la promesa espiritual que Dios ha dado a esa familia. Esaú no anhela ser parte de la continuidad de las promesas espirituales de Abraham y su padre Isaac. Toma a una hija de los heteos, un pueblo que no reconoce a Jehová, que sirve a otros dioses y no solamente eso, sino que toma a otra mujer más y entonces vive en Poligomia. De hecho, la Escritura mucho más adelante, mencionará que Esaú tuvo 3 esposas.
Esta es una evidencia más de que a Esaú no le interesa o no tiene en alto lo que es la herencia espiritual que consiste en recibir todas las promesas dadas por Dios a Abraham. ¿Cuáles son las promesas que Abraham ha recibido de parte de Dios? Estas hemos visto que podríamos resumir en cuatro:
Iniciar un pueblo y recibir una gran descendencia. Un pueblo que reconozca a Jehová como Dios y Señor.
Recibir la tierra por heredad.
Ser benditos por el Señor, y que el resto de naciones y pueblo vean que Jehová está con ellos para testimonio y juicio, por un pueblo que guarda Su Palabra.
Ser de bendición a todas las familias (naciones) de la tierra. Guardar la línea mesiánica y esto es una referencia al descendiente que es Cristo.
Todo esto es tan importan para nosotros, porque podemos ver y conocer más al Señor y cómo Él ha ido obrando para salvación a la humanidad, para salvación nuestra y cómo ha obrado también soberanamente al conformar y tomar para sí un pueblo con propósitos especiales.
Pero al parecer, a pesar de que estas promesas significan tanto para Abraham, Isaac y aún a nosotros que nos beneficiamos de todo esto, parece importarle muy poco a Esaú. Estas eran promesas que se constituían en la herencia espiritual y Esaú no parece tenerlo en alto. Una evidencia es su pensamiento claramente opuesto al de Abraham sobre cómo cuidar estas promesas espirituales. Abraham tenía tanto cuidado de estas promesas que envía a recorrer cerca a 700 km al siervo para buscar una esposa para Isaac que no practique la idolatría. Pero Esaú no ve esto como problema en su vida.
Que tristeza saber que a pesar de que hay un Señor y Padre amoroso, que tiene el deseo de reestablecer la paz que el pecado del hombre había quitado, y que tiene planes de salvación para el mundo, que tristeza saber que hay personas que no valoran esta gracia que viene del cielo. Esaú vivía de esa manera pero ¿cuántas veces nosotros nos comportamos igual, que con nuestros actos también damos testimonio de obras que no parecen tener la mirada en la eternidad y en las promesas del Señor? Nosotros somos herederos de los cielos, y así deberíamos vivirlo.
Este es el segundo hecho que demuestra que Esaú no honraba toda esta herencia espiritual, la cual era el motivo de vida de sus padres. Hemos estudiado anteriormente que Esaú cambió por un plato de lentejas la primogenituras, despreciando de esta manera recibir o que caiga sobre él la bendición de continuar con la herencia espiritual. Lo dice la Escritura:
Génesis 25:34 RVR60
34 Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura.
Esaú había menospreciado la primogenitura que incluía la herencia espiritual. Las obras de Esaú entonces son de acorde a una persona que no reconoce a Dios como Quien tiene un plan digno para ellos, lo suficientemente digno como para no renunciar a todo por ello, así como lo hizo Abraham e Isaac.
Debemos comprender algo que últimamente se está distorsionando y que tal vez hemos distorsionado en nuetras vidas. Ser creyente, ser parte del pueblo de Dios, ahora en su iglesia, no es simpatizar con la fe, con las reuniones o leer un poco de la Biblia. La fe, la verdadera fe, demandará de nosotros una renuncia TOTAL, no parcial, a todas las cosas cuanto se opongan a los planes y propósitos del Señor. Y todo esto porque creemos en la eternidad y vivimos con los ojos puestos en ella. Esaú no tiene este pensamiento. Tiene otras prioridades. No cuida todo lo que puede afectar a la herencia espiritual, ¿nosotros somos así? ¿Dónde está el celo que tenemos por cuidar que en nuestras familias se honre al Señor porque es la herencia espiritual por la que vale la pena dejarlo todo? ¿Hacemos lo suficiente para dar ese testimonio en nuestra casa y a nuestros hijos? ¿Será que nuestros hijos podrán decir que sus padres también amaban al Señor y lo manifestaban en sus vidas y actos?
¿Cuánto significa la fe para ti? ¿Lo es todo? ¿Es algo importante pero no todo? Entonces, este libro que tenemos, nos puede ayudar a entender por qué debería serlo todo. De dónde venimos, Quién nos hizo, para qué nos hizo, a dónde estamos yendo, y por qué y por quién estamos yendo a la eternidad. Entonces solamente así, Él lo será todo.
El segundo versículo de la corta porción que nos toca el día de hoy es el siguiente:
Génesis 26:35 RVR60
35 y fueron amargura de espíritu para Isaac y para Rebeca.
Toda acción realizada lejos del Señor trae siempre consecuencias. A veces tiene incidencia únicamente en la persona que causa todo esto, pero muchas veces se extiende a terceras personas o como en este caso a la familia.
El rechazo por parte de Esaú a ser parte de las bendiciones del Señor trae duras consecuencias para la familia de Isaac y Rebeca. Teníamos literalmente en la Escritura que Esaú había despreciado la primogenitura, pero ahora vemos la confirmación en sus hechos y en su vida. Este hombre realmente no tiene en cuenta lo que significan los propósitos de Dios.
“..y fueron amargura de espíritu para Isaac y para Rebeca” - La Biblia no especifíca en este versículo el motivo por el cuál las dos esposas de Esaú son de amargura de espíritu para los padres. El texto no habla de una tristeza simple, sino de “amargura de espíritu”. Esto es mucho más profundo, realmente hay un malestar en los padres, son mortificados a causa de las dos esposas de Esaú. ¿Por qué? Según el relato y único contexto inmediato que tenemos para determinar el sentido de todo esto, es que tiene que ver con la herencia espiritual a los hijos de Isaac y Rebeca. ¿Cómo actuarían o cómo se comportarían las dos esposas? La respuesta que puede ayudarnos a la comprensión de esto, está en las palabras de Abraham, nuevamente:
Génesis 24:3 RVR60
3 y te juramentaré por Jehová, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, entre los cuales yo habito;
Las mujeres cananeas servían a dioses ajenos, por tanto, el principal problema entre los padres y las nueras, parece ser lo difícil de juntar dos modos de vida distintos. Isaac y Rebeca cuidan la promesa y la herencia espiritual, sirven al Señor y tienen celo por su fe. En cambio, esto no significa mucho o nada para Esaú y mucho menos para sus dos esposas, quienes se rinden a otros dioses. La idolatría ya había entrado de alguna manera a casa. Esto es aficción de Espíritu para Isaac y Rebeca.
Hay más versículos que nos dan mayor luz sobre lo que pasaba. Más adelante en Gn 27.46 tenemos un énfasis de este problema:
Génesis 27:46 RVR60
46 Y dijo Rebeca a Isaac: Fastidio tengo de mi vida, a causa de las hijas de Het. Si Jacob toma mujer de las hijas de Het, como éstas, de las hijas de esta tierra, ¿para qué quiero la vida?
Estas son palabras de Rebeca que veremos a detalle más adelante, pero ella está diciendo algo tan fuerte como “..Fastidio tengo de mi vida, a causa de las hijas de Het”. - Rebeca está ya cansada, la situación es muy crítica y tensa que ya no puede más. ¿De cómo se ha llegado a esta situación? La respuesta es “Por las malas decisiones y sus consecuencias de Esaú, por no vivir en la Voluntad de Jehová y no temer Su Nombre y tampoco tener en alto sus promesas ni la herencia espiritul”. Y siempre que suceda esto en la vida de las personas, habrá consecuencias y muchas de ellas tal vez eternas.
¿Crees que esto sigue pasando hoy? ¿Cuántos hombres o mujeres se han apartado de la fe de sus padres a causa de la idolatría de la pareja? Utilizar la palabra idolatría parece ser muy fuerte, pero en la definición de adoración a Dios, siempre se termina en idolatría cuando te rindes a todo menos al Señor. Entonces, ese término que suena bastante feo, es una realidad que a veces no queremos afrontar, pero que a la luz de la Palabra se manifiesta como tal.
Rebeca ya está hastiada de vivir en esas condiciones, es decir, a causa de las nueras y su modo de vida. Legalmente son familia, pero no pueden tener comunión como familia, porque Isaac y Rebeca sirven al Señor y esa es su prioridad, mientras la prioridad de las hijas de Het no es la misma.
Queridos padres y madres, estamos un poco mal en esto. A veces a nombre de “felicidad” terminamos apoyando a nuestros hijos cuando toman este tipo de decisiones como Esaú. Frases como “Si es por tu felicidad, lo que tú decidas por mí está bien”, aunque parecen mostrar a un padre o madre amoroso que vive por sus hijos, a la luz de las Escrituras, muestra a un padre o una madre que no son temerosos de Dios. No quiere decir que vayas a pelearte con tus hijos o vayas a lastimar a quien será nuevo yerno o nuera, sino que los padres deben hacer todo el esfuerzo inicial para exhortar a sus hijos a la luz de la Palabra. Los hijos tendrán la última decisión, por supuesto, pero no puede faltar la exhortación de los padres, ya que es la responsabilida dada por Dios para guiar a los hijos en Su camino. ¿Pero qué sucede si aún a pesar de eso los hijos perseveran en sus decisiones? En la última parte de nuestro mensaje, vamos a hablar de eso.
Continúa Rebeca en este versículo: “..Si Jacob toma mujer de las hijas de Het, como éstas, de las hijas de esta tierra, ¿para qué quiero la vida?” - El deseo de vivir para Rebeca se ve reducido a la situación trágica que está viviendo. Tampoco esta es una actitud correcta, pero está manifestando que la situación que vive es realmente amarga. Si esta fue la experiencia con Esaú y sus esposas, ¿cómo sería cuando Jacob, su otro hijo, también hiciera lo mismo?
Pero, ¿realmente es malo o peligroso tomar este tipo de decisiones como lo hizo Esaú? A veces es un tema difícil de comprender por los creyentes, sobre todo porque lo que no es bueno a los ojos de Dios no nos parece tan malo a los nuestros. Un versículo que puede ayudarnos a comprender esto de mejor manera se encuentra en Esdras 9.2. Cuando los judíos regresan a Jerusalén después de un tiempo muy sombrío en su historia, hubo una confesión de pecados y reconocimiento que hizo el pueblo y Esdrás lo escuchó:
Esdras 9:1–2 RVR60
1 Acabadas estas cosas, los príncipes vinieron a mí, diciendo: El pueblo de Israel y los sacerdotes y levitas no se han separado de los pueblos de las tierras, de los cananeos, heteos, ferezeos, jebuseos, amonitas, moabitas, egipcios y amorreos, y hacen conforme a sus abominaciones.2 Porque han tomado de las hijas de ellos para sí y para sus hijos, y el linaje santo ha sido mezclado con los pueblos de las tierras; y la mano de los príncipes y de los gobernadores ha sido la primera en cometer este pecado.
Dos cosas importantes podemos comprender de la Escritura en esta parte:
En la confesión estaba el reconocimiento de que el pueblo de Israel no había vivido apartado de las abominaciones de los pueblos paganos como los “cananeos” (pueblo del que Abraham había apartado a Isaac) y de los “heteos”, que ahora Esaú estaba vinculado a ellos por las dos esposas que tenía.
Lo más importante es que ellos reconocen que han tomado de las hijas de estos pueblos para sí y para sus hijos, y dice literalmente estos versículos “..y el linaje santo ha sido mezclado con los pueblos de las tierras..” - mención clara a que sabían que no debían mezclarse en unión de matrimonio con los hijos e hijas de los pueblos paganos. Efectivamente hay un “linaje santo”, un pueblo que Dios había iniciado en Abraham y que tenía propósitos de que llegue hasta el mesías prometido. Pero esto no parecía ser importante a los ojos del pueblo y ahora lo reconocen.
Lo que está haciendo ahora Esaú, es algo por lo cual después se va a arrepentir el pueblo de Israel, sobre todo después del castigo de Dios cuando los judíos tengan que ser llevados en cautiverio por otros pueblos.
Entonces, no hay excusa para Esaú. Lo que está haciendo realmente es malo y abrirá las puertas a las “abominaciones” de pueblos paganos sobre la casa de Israel. La historia en Esdrás confirma las malas decisiones de Esaú. Ahora podemos comprender mejor la amargura de espíritu que se estaba produciendo en casa de Isaac y Rebeca, quienes guardaban la fe y las promesas espirituales de Abraham y su difícil relación con las nueras paganas.
Esaú hizo las cosas muy mal. Menospreció la primogenitura y la herencia espiritual vinculada a ella, la vendió por un plato de comida, posteriormente a pesar de que Isaac su padre veía a Esaú como quien recibiría las promesas de Abraham, Esaú confirmó con sus obras que su corazón estaba apartado grandemente del Señor de las promesas, abriendo lugar a abominaciones en casa a causa de la conducta y modo de vida de sus esposas.

MEDITEMOS EN LA PALABRA

¿Estamos conscientes de que habrá consecuencias cuando nosotros también hacemos las cosas fuera de los propósitos de Cristo? ¿Estamos conscientes de que muchas veces también podemos menospreciar no una primogenitura, pero sí las promesas espirituales que vienen por la obra de Cristo en la cruz?
Tenemos que meditar bastante en esta porción de la Palabra.
Algunas verdades que se manifiestan en este texto y que pueden ayudarnos mucho. Esta vez tenemos una aplicación para los padres y otra para los hijos.

Para los hijos: El auténtico creyente no negocia o expone a riesgo la herencia espiritual de la familia.

Qué distinta la misma melodía de boda para Esaú y para los padres. Según Esaú, él estaba haciendo bien, todo era una decisión más que le era conveniente, aunque esto signifique no procurar guardar la herencia espiritual de los padres, pero que distinto lo que había en el corazón de sus padres. Delante de sus ojos se venía abajo el guardar las promesas espirituales de la familia, cosas por las que vivió Abraham e Isaac.
Esaú no tenía excusa, conocía de su abuelo Abraham y todo lo que hizo para que Isaac encontrara una mujer que no tenía prácticas idólatras y por tanto su hijo Isaac no se apartara de la fe.
¿Crees que tenemos excusa nosotros? Saben tú joven y señorita, lo que dice la Escritura sobre la importancia de guardar la fe en la familia. Deberíamos entender que hay cosas innegociables para el Señor y una de esas es la exposición o apertura a prácticas abominables a Jehová a causa de la esposa o esposo que vayamos a escoger.
Es muy probable que pienses que no va a suceder nada o que este tema no parece ser tan importante en un mundo actual. Pero nada puede estar más alejado de la verdad de Dios, sí realmente y conscientemente deseas desconocer Su Palabra, Su Consejo y por lo tanto, esperar consecuencias negativas algún momento en la historia de tu casa.
El hombre más sabio que existió sobre este planeta después de Jesucristo, cayó en desgracia y se apartó del Señor a causa de este mismo problema.
1º Reyes 11:1–8 RVR60
1 Pero el rey Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras; a las de Moab, a las de Amón, a las de Edom, a las de Sidón, y a las heteas;2 gentes de las cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel: No os llegaréis a ellas, ni ellas se llegarán a vosotros; porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses. A éstas, pues, se juntó Salomón con amor.3 Y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas; y sus mujeres desviaron su corazón.4 Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David.5 Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas.6 E hizo Salomón lo malo ante los ojos de Jehová, y no siguió cumplidamente a Jehová como David su padre.7 Entonces edificó Salomón un lugar alto a Quemos, ídolo abominable de Moab, en el monte que está enfrente de Jerusalén, y a Moloc, ídolo abominable de los hijos de Amón.8 Así hizo para todas sus mujeres extranjeras, las cuales quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses.
¿Quieres exponer a riesgo a tu familia o tu responsabilidad como padre o madre a causa de un desacierto en tu vida? No le fue bien a Salomón, de ninguna manera te irá bien en esto. La parte final de su vida, pasó haciendo edificaciones para que ídolos de sus mujeres puedan recibir honra y gloria, en vez de entregarse por completo al Señor.
¿Por qué poner en riesgo la herencia espiritual para nosotros y nuestras familias, sabiendo lo que hay en los cielos para nosotros, nuestra comunión eterna con Cristo? ¿Qué podría ocupar un lugar más grande que nuestra comunión con el Señor?
Busquemos al Señor con todo nuestro corazón. Un versículo que puede ayudarnos con esto y que no deberíamos olvidar es:
Salmo 27:4 RVR60
4 Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.
Hijos de esta congregación. No generen conflictos en sus familias, no permitan que sus vidas y las de sus hijos terminen apartados del Señor y de sus caminos. No se alejen de los caminos eternos y no causen dolor en el corazón de sus padres. No abran las puertas a heridas que serán difíciles de cerrar cuando conocen de antemano los propósitos de Dios para ustedes, que es estén con Él en la eternidad, que busquen esto con todo su corazón, habitar en la casa de Jehová todos los días de nuestras vidas.

Para los padres: Las malas decisiones de los hijos generan conflicto y dolor en el corazón de los padres, pero aún hay mucho que puedes hacer.

Nuestra responsabilidad como padres debe ser guiar a nuestros hijos en el Señor. Es algo en lo que no podemos fallar. Isaac y Rebeca tenían esto muy en claro, pero también había dolor en su corazón al ver a su primogénito lejos del camino del Señor. Hay padres y madres en esta congregación que tal vez tienen el mismo conflicto. Llevan dolor porque sus hijos se apartaron del camino del Señor y probablemente también tomaron decisiones de tener un hogar donde la promesa espiritual o la herencia espiritual no es lo más importante. Si ya está hecho, aún hay mucho que puedes hacer.
Romanos 1:16 RVR60
16 Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.
Este vesículo dice que el evangelio es el poder de Dios para salvar. Lo que está perdido puede ser salvado a través del evangelio. Este es el medio que el Señor ha escogido para obrar. Es lo que no deberíamos dejar de hacer. Quiero mostrarte algo que a veces los padres podemos hacer mal. En vez de acercar a Cristo a nuestros hijos y a sus esposas, a veces lo hacemos muy mal. Algunas recomendaciones prácticas que pueden ayudarnos en esto.
Tu hijo o hija, yerno o nuera, no es tu enemigo o enemiga. A veces cuando hay estos casos donde nuestros hijos se han casado con una persona que no conoce al Señor, los padres pueden sentir resentimiento contra el yerno o la nuera. Nada más peligroso que puedes hacer si este es tu caso. Los padres no pueden tener sentimientos de odio o resentimiento hacia el esposo o esposa de nuestros hijos. ¿Sabes por qué? Porque a pesar de la situación difícil que resulta, la unión realizada ya está hecha. El corazón del Señor es de alcanzar a todas las personas con su evangelio. No todos van a aceptar la gracia del Señor Jesucristo pero muchos sí van a aceptar la gracia del Señor. Tu corazón de padre o madre debe estar alineado al corazón del Señor. Si el Señor manifiesta su amor hacia el yerno o nuera, si ha dado su preciosa vida para salvación de esta persona ¿cómo podríamos alejarlos o ser de tropiezo para que alcancen la salvación a través de la fe y el arrepentimiento en Cristo? Muchas veces nosotros somos de tropiezo para las familias de nuestros hijos. Nos estamos equivocando terriblemente si este es el caso. Nuestra misión consiste en ser instrumentos para que estas personas alcancen la salvación y la salvación llegue a casa. Romanos 1.16 nos dice exactamente esto. Que el evangelio es el poder de Dios para salvación. Es el poder de Dios para cambiar corazones duros en corazones de temor al Señor. ¡Claro que tienes mucho por hacer! Empieza orando por tus hijos, por tu yerno o por tu nuera, ora para que un día se arrodille delante del Señor y también alcance la salvación. Pero también así como oras, pide sabiduría al Señor para ser instrumento suyo para alcanzarlo con el precioso evangelio de Jesucristo.
A veces por la situación, modo de vida de las personas que no conocen al Señor, nuestros hijos podrán alejarse más del Señor. Sucedió con Salomón y podría suceder también en las casas de nuestros hijos. Es una lucha, será una lucha espiritual. Pero no puedes renunciar a pesar de cualquier situación a orar por tus hijos y a orar por tus yernos o nueras. Debes orar porque estos son temas que tienen que ver con la eternidad. Debes perseverar en oración y siempre recuerda que el evangelio es poder de Dios para salvación.
Hebreos 4:16 RVR60
16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
En el trono de la gracia hay consuelo para aquellos padres que tienen heridas en su corazón por este tema de los hijos. En el trono de la gracia hay esperanza y hay un Señor que escucha nuestras oraciones. Hay espacio para pedir por nuestros yernos o nueras, para que conozcan al Señor y para que nosotros no les seamos de tropiezo.
En el trono de la gracia hay un lugar para aquellos esposos y esposas que tal vez se han casado sin considerar los mandatos del Señor. Hay un lugar para que pidas por tu esposo o esposa, por su salvación y porque el Señor pueda retomar nuevamente el centro del hogar y pueda ser glorificado.
En el trono de la gracia hay un lugar donde los solteros y solteras pueden ir. Pueden pedir por un matrimonio en la gracia del Señor. Por la provisión de un esposo o esposa temeroso de Dios al tiempo del Señor. Donde podamos confirmar el compromiso de seguir al Señor de acuerdo a Su Palabra. En el trono de la gracia siempre hay lugar para pedir por la Voluntad del Señor.
Las consecuencias de vivir sin Cristo son terribles. Las consecuencias de vivir sin las promesas espirituales o despreciar la herencia espiritual como lo hizo Esaú son terribles. Pero Cristo puede salvar lo que se ha perdido, puede reencaminar lo que se ha descarrillado, puede restaurar lo que a los ojos nuestros, no puede restaurarse. Vamos a orar al Señor para que haga su obra en nuestras vidas y en las de nuestras familias. Vamos a orar para vivir con Cristo.
Oremos.
Related Media
See more
Related Sermons
See more